LA VI, LA CGT, EL MOVIMIENTO LIBERTARIO.
La decisión del EZLN, de los zapatistas, de ampliar su campo de actuación interviniendo más directamente en la política nacional con “la otra campaña” y a nivel internacional, es una buena noticia para las organizaciones y movimientos transformadores radicales, de resistencia, altermundialistas, libertarios, que rechazamos radicalmente el neoliberalismo, la globalización económica, el pensamiento único y, planteamos una alternativa claramente opuesta a la actual impuesta por el capitalismo.
Es una decisión que nos invita a reflexionar de nuevo en nuestro quehacer cotidiano, de cómo organizarnos, más allá de nuestras propias organizaciones, actuando localmente, al mismo tiempo que globalmente, acciones que cada vez deben estar más interrelacionadas, si pretendemos dar pasos hacia delante, ganando terreno en nuestra lucha contra el capital transnacional o multinacional, apoyado por los poderes políticos, el cual, día a día ejerce un poder cada vez más absoluto, atentando peligrosamente la libertad y los derechos humanos, del ciudadano, de los trabajadores, de cualquier colectivo. Un poder que actúa criminalmente en la utilización de los recursos naturales y en la acumulación de riqueza de forma abusiva, obscena e insultante para la razón humana, creando desequilibrios de tal nivel, que el más sangrante es la muerte de un ser humano cada pocos segundos, por el hambre, enfermedades curables..., todo ello, fruto de un injusto reparto de la riqueza.
El zapatismo después de haber cubierto varias etapas en la construcción de la autonomía de los indígenas en Chiapas (preparación y constitución del EZLN durante diez años, aparición pública, constitución de los municipios autónomos rebeldes, pasando posteriormente a los caracoles) en un proceso de lucha y construcción complejo, difícil, siempre avanzando en la dirección de reforzar su autonomía, autogobierno, en base a la organización comunitaria, ejerciendo la solidaridad, la participación, la igualdad, impulsando la participación de la mujer y de todos los miembros de la comunidad, con el objetivo de que cada vez el peso de lo político sea mayor en detrimento de lo militar, hasta hacerlo desaparecer.
El desarrollo de este proceso ha alcanzado el nivel que les permite dar el paso para intervenir con mayor claridad a nivel nacional e internacional, responde a dos cuestiones: razones ideológicas y la propia necesidad de extender la lucha más allá para poder preservar y desarrollar aún más sus propios logros, ya que cualquier realidad y proceso de lucha como el zapatismo o de esas características, no puede sobrevivir por sí mismo, si no se da una generalización de procesos similares (ya es difícil entender como aún existe), lo cual le da una mayor relevancia.
Por tanto, este nuevo paso es consecuencia de su dinámica revolucionaria, de transformación. Paso dado en el momento que su propio proceso local ha adquirido la suficiente capacidad como para seguir por si mismo, y al mismo tiempo, poder actuar a nivel nacional en primer lugar, y después a nivel internacional, por razones lógicas y evidentes. En primer lugar lo más cercano y accesible, donde las coincidencias en los intereses y objetivos es más fácil, posible y abarcable, para después, y al mismo tiempo, pero con diferente paso abordar el terreno internacional, cuyo primer acto, en esta nueva etapa, es el nombramiento de la Comisión Intergaláctica y la puesta en marcha desde el 1 de diciembre, al menos hasta el 30 de Junio de una ronda de reuniones con organizaciones internacionales con la finalidad de preparar el encuentro intergaláctico.
Observamos como en las últimas décadas, los valores de la izquierda, socialistas, libertarios, se han trastocado o desaparecido, o remplazado, por los opuestos, los propugnados por el capital y el neoliberalismo, como la solidaridad ha dejado de ser un arma de lucha para convertirse en caridad y negocio para algunos, del apoyo mutuo y de unos mismos intereses de clase igualitarios se ha pasado al más feroz individualismo, a un mundo donde el dinero, la apariencia, la escala social más alta, a cualquier precio se han convertido en la primera y casi única aspiración de una mayoría de la sociedad. En este contexto, el discurso zapatista, su práctica, su realidad, claramente interrelacionadas, y autoalimentándose, con un lenguaje nuevo, poético que se agradece, aunque no puede ocultar una situación dura y difícil, de lo cual se debe ser consciente, entre otras cosas para no caer en la ñoñería.
Todo ello, supone un impulso, una esperanza para quienes estamos en la lucha. El zapatismo es un proyecto y una realidad atractiva, para quienes aspiramos a un cambio radical de la sociedad, a otra forma de hacer política, opuesta radicalmente a la existente en la actualidad. El proyecto zapatista, sus aspiraciones, al margen de sus particularidades, en general, responde unos mismos deseos transformadores a niveles mundiales. Es un proyecto afín para quienes aspiramos a la autogestión, en definitiva a hacer la revolución libertaria
Un movimiento que ha sabido manejar los tiempos, el mundo mediático, aunque en este caso, en un primer momento, el interés era también de la prensa, debido a las expectativas que fueron capaces de crear en amplios sectores de la sociedad y en el mundo intelectual y político, llamémosle progresista.
En el movimiento zapatista lo importante, es su realidad y la lucha llevada para llegar a ello, así como su mantenimiento en el tiempo, en la misma dirección, profundizando en sus planteamientos y propuestas. Una realidad basada en la construcción y mantenimiento de la autonomía, su funcionamiento comunitario, el rechazo de toda intervención del Gobierno y sus subvenciones, la horizontalidad, sus esfuerzos y avances en la igualdad entre el hombre y la mujer, su funcionamiento al margen de lo establecido, autogobernándose en base a la participación, la rotatividad en los cargos, el respeto, su defensa ultranza de la naturaleza, en definitiva, creando alternatividad radicalmente opuesta a los valores imperantes y manteniendo los de siempre, los del internacionalismo, los clásicos del movimiento obrero y revolucionario, en oposición a la globalización económica, al neoliberalismo, al capital, al poder como los responsables de la actual situación de sangrantes desigualdades planetarias.
El zapatismo se ha desarrollado al mismo tiempo que lo ha hecho el movimiento antiglobalización o altermundialista que interviene a niveles locales y globales, contra el neoliberalismo y la mundialización, y se visualiza sobre todo en las citas coincidentes con las reuniones del Fondo Monetario Internacional (FMI), de la banca Mundial (BM), del grupo de los siete países más ricos del mundo (G-7), de la Comunidad Económica Europea (CE),…., habiendo llegado en algunas de estas citas a movilizaciones de una participación extraordinaria. Tanto el zapatismo como el movimiento altermundialista tenían y tienen una coincidencia casi total en sus discursos, alternativas y objetivos. Las diferencias entre unos y otros son a dos niveles:
- El movimiento altermundialista no tiene la coherencia que existe en el zapatismo. Me explico: el zapatismo es un movimiento que no aspira al poder, y no participa en las elecciones políticas, al menos hasta ahora, sin embargo en el altermundialismo están grupos como los partidos comunistas, el partido del trabajo (PT ) del Brasil, los grupos alrededor de José Bové (se presenta a las próximas presidenciales francesas), ATTAC…….., así podríamos seguir nombrando organizaciones y personas reconocidas, lo cual sería muy extenso, basta con un par de ejemplos para entendernos, cuya alternativa pasa por las elecciones políticas. Es lo mismo, que pretender atribuir la victoria del no francés al actual proyecto de Constitución Europea, a los grupos altermundialistas, lo cual no es verdad. Ese “no” fue producto de diversas coincidencias: desde la extrema derecha (Le Pen), pasando por una parte de los socialistas y como cabeza visible de los mismos, Laurent Fabius, el mismo que en sus épocas de ministro de economía estaba a la derecha dentro de las posiciones existentes en el Partido Socialista (PS), y ejecutor de las políticas neoliberales, más quienes están contra la Constitución Europea, tal y como se pretendía aprobar, pero su estrategia pasa por el juego electoral, y terminando por aquellos que están por el “no” rotundo ya que aspiran a transformar la sociedad radicalmente. La victoria del no francés, no ha supuesto ni un cambio de Gobierno y de política, todo lo contrario, se sigue profundizando en lo mismo. De forma inmediata se aprobaron los polos de desarrollo y los nuevos contratos de trabajo “nuevas contrataciones” para combatir el paro, permitiendo a las empresas de menos de 20 trabajadores que utilicen este tipo de contrato para poder despedir sin justificación alguna al nuevo trabajador durante los dos primeros años.
- El otro aspecto fundamental, es la práctica y la construcción de la alternativa, mientras el zapatismo, interviene, se manifiesta, organiza marchas y consultas, negocia,…. modifica la realidad, construye la alternativa, en un territorio y con una población determinada, el altermundialismo esencialmente se manifiesta, pero no crea alternatividad visible en un espacio determinado amplio y con suficiente peso.
Mientras el zapatismo ha tenido y seguirá teniendo probablemente intentos y propuestas de “integración” desde diferentes posiciones, las gubernamentales, las de diversos intelectuales y organizaciones políticas y sociales, no solo mexicanas, también europeas, hasta el momento no ha habido ningún tipo de cesión a esos cantos de sirena. De hecho, el delegado zero saldrá de la selva para llevar a cabo la palabra y la tarea asignada, organizarse con los de abajo y a la izquierda, no para la toma del poder, ni participar en las elecciones, sino para hacer otra política.
Mientras, el movimiento altermundialista pasa por horas más bajas, hablando en el contexto europeo y español. Refiriéndonos a España podemos decir que está desaparecido como tal movimiento, incluso organizaciones que en un momento determinado jugaron un papel de relevancia, ya no existen. Y, otras organizaciones que fueron parte del mismo siguen con su trabajo pero cada cual en su parcela habiendo perdido la coordinación existente en momentos puntuales. Es además, como ya he señalado, un movimiento que se manifiesta en ocasiones, pero que no construye realidad alternativa (no digo que no haya pequeños grupos que lo hagan, pero que abarca a un número de gente muy reducido y más bien aislado), un movimiento contradictorio, y que algunos aprovechan para sus intereses políticos que se concretan en las elecciones, como en el caso del PT brasileño. Lula, una vez en el poder aplica políticas económicas neoliberales, con ciertas matizaciones si se quiere, y mezclados en la corrupción de forma clara y total, o la presentación a las elecciones de Bové……...
Antes de seguir quisiera señalar que mi valoración positiva del zapatismo y la importancia del mismo, se refiere a la realidad colectiva producto de su desarrollo, una realidad social organizada según su criterio, autónoma e independiente, pero, en ningún momento pretendo mitificarlo. Como cualquier movimiento vivo, dinámico, enmarcado en un mundo donde la capacidad de integración del capital es enorme y las desigualdades son terribles, un movimiento donde la centralidad es el ser humano, y por tanto, sujeto a las pasiones humanas, tiene también sus problemas y contradicciones, lo cual hay que tener claro. Pero valoro su resultado, su evolución, su forma de superar esos problemas, su crecimiento. Sería completamente naif, ñoño, creer en un mundo perfecto dentro de un mundo tan imperfecto, tan desigual y tan cruel que en mayor o menor medida nos influye a todos.
Existen críticas desde el movimiento libertario y anarquista, y la crítica es saludable y necesaria. Criticar lo que hacen los demás, es lo más sencillo, no cuesta nada. La crítica tiene mayor o menor o ninguna validez si quienes critican son capaces de ser autocríticos con lo que ellos hacen, construyen, y si al mismo tiempo, son capaces de demostrar con la práctica y los hechos esa validez de la crítica. Porque se puede dar el caso de que la crítica sea más bien o solo ideológica, de libro, de quienes están instalados en la verdad, y tienen las “tablas de la ley”, y la verdad suele ser relativa. La verdad, a veces, sirve para justificar todo en lo personal y en lo colectivo, a nivel organizativo (aunque la práctica demuestre lo contrario), y al mismo tiempo, sirve de patente, para sentenciar sobre la actuación de los otros.
Algunas de las críticas que se hacen como puede ser: la existencia de un Ejército, con todo lo que ello significa de mando, etc… Son críticas que ellos mismos asumen de forma continuada, lo dicen claramente: somos un ejército que quiere desaparecer. Al margen de si el EZLN podría estar estructurado de otra forma más libertaria, y sobre ello podríamos debatir, lo cierto es que siempre lo haríamos desde fuera. Los anarquistas españoles, al menos una parte importante de ellos, decidieron en plena guerra civil que era necesario un Ejército con todo lo que ello suponía de mando, disciplina, etc… y ahí tenemos a los Durruti, etc., anarquistas “venerados” que fueron generales… Y lógicamente, también podemos ser críticos, ya que nada tiene que ver esa actitud con la ortodoxia anarquista… Pero lo haríamos desde fuera, desde otra perspectiva y no desde el momento en el que se vivía, la guerra civil, y no en el confort en el que normalmente estamos instalados.
Es más, sin entrar aquí a analizar el tema de la violencia, problema bastante más complejo que el simple rechazo, el zapatismo existe tal cual, como una realidad porque existe el EZLN, y para ello se preparó durante 10 años, se hizo público, se mantuvo y se mantiene para garantizar el proceso zapatista, del cual forma parte como fuerza íntimamente ligada al resto. También tenemos constancia, que a pesar de su estructura militar no es un ejército al uso.
Estamos de acuerdo que no son ni libertarios, ni anarquistas, ya que no se definen así, y quienes fueron el núcleo organizador tampoco venían de estas posiciones, sino del marxismo y de las tendencias izquierdistas. Seguro que no compartimos algunos de los análisis sobre política internacional, Cuba, Euskadi y otros temas. Ni son comparables las situaciones, ni las circunstancias, y en consecuencia no podemos trasladar miméticamente el zapatismo a nuestra realidad. Pero eso no es lo esencial y lo determinante del zapatismo, lo esencial es su proceso, su evolución, su relación entre teoría y práctica, su comunitarismo, su discurso y la palabra dada que siempre se cumple... En fin, una realidad con un contenido libertario, no solo teórico sino práctico evidente y visible.
En definitiva, es una actitud y una acción, quizás, más fácil de aplicar y obtener resultados en su medio y circunstancias, pero actitud y acción que si puede compararse en términos generales con la llevada a cabo en cualquier otro medio y circunstancia. El zapatismo es una actitud que en su caminar, según va avanzando en sus propuestas, va equivocándose, acertando, reconociendo los errores, rectificando, construyendo discurso en base a su práctica,……., y ello se refleja en su acción construyendo la autonomía y la alternativa. Lo deseable sería que en nuestro caminar, el de la CGT, el movimiento libertario, el anarquismo pase lo mismo o similar (reconozcamos nuestro errores, nuestras limitaciones, cumplamos la palabra dada o acordada, nuestra práctica sea coherente con nuestro discurso,…), y de esta forma, en nuestro caminar conjunto con el zapatismo y otros muchos, vayamos aprendiendo los unos de los otros, escuchándonos, avanzando hacia mayores grados de libertad, justicia, e igualdad.
Podríamos hablar incluso de la figura de Marcos y de su protagonismo, pero eso no deja de ser demagogia, ya que en todos los grupos, sean del tipo que sean, incluso los que dicen que todo se hace entre todos y no nombran a nadie para ninguna responsabilidad, los más pequeños, existen Marcos con mayor o menor relevancia, pero Marcos.
Ahora el zapatismo se va a confrontar a una realidad nueva. No va ser lo mismo, construir el zapatismo en Chiapas con sus enormes dificultades que abrirse a todo México, encontrarse con diferentes culturas organizativas, todas con sus razones, con una sociedad en circunstancias diferentes que la indígena. De hecho, ahí estaba el FZLN, organización hermana del EZLN, constituida a propuesta de ellos, con los mismos fines con los que ahora el zapatismo se lanza a la “otra campaña”. En definitiva, era quien desde hace diez años debía haber hecho el trabajo, que en este momento va a encarar el EZLN directamente. Con todo lo que ello significa de cierto o total fracaso, según cómo se vea.
Al hilo del FZLN, ya disuelto, es remarcable la capacidad de autocrítica del zapatismo (quizás, no la suficiente, dependiendo de quiénes), pero remarcable porque no es lo habitual en las organizaciones políticas incluidas las de la izquierda, ni las anarquistas. El siguiente texto es claro en este aspecto. “Hubo, es cierto, quienes usaron el FZLN y su cercanía con el EZLN para provecho propio, para lastimar a otros y otras, para aislarse y aislarnos, para tomar fuerzas en rivalidades personales y pugnas inútiles como plataforma para el protagonismo individual o de grupúsculo, y para simular compromiso donde sólo había un posición cómoda. Además de los que nos corresponden de por sí, el EZLN asume como propios los errores que, con la bandera del zapatismo civil, se hayan cometido por el FZLN. Por estos errores pedimos disculpas públicas a todos los hombres y mujeres que se hayan sentido lastimados por acciones, palabras y desatenciones”.
En definitiva el zapatismo a través de la VI y el proceso desarrollado en las consultas comenzadas el mes de Agosto nos plantea:
- Una crítica clara y rotunda sobre el modo actual de hacer política y gobernar. La misma contundencia con los partidos políticos institucionales y políticos sin excepción. A las elecciones, denunciando la mentira de las campañas, la televisión y el marketing en que se han convertido los procesos electorales.
- Un análisis de las consecuencias del neoliberalismo, de las desigualdades, injusticias, de la falta de libertad... De una situación del mundo, claramente coincidente con nuestros análisis.
- Una constatación de los límites de la acción propia, algo evidente en un mundo globalizado, donde la fragmentación de las organizaciones y luchas sociales es un trágico sin sentido, y una gloria para el capitalismo. En consecuencia, pretenden impulsar un proceso con el objetivo de conseguir la conjunción de las luchas, tanto a nivel regional, nacional como planetario, en un proceso organizativo no coyuntural, sino permanente y no sujeto a los tiempos electorales, ni otros que no sean los de la justicia, la igualdad y la libertad. Conjunción donde homogeneidad y hegemonía deben ser descartadas, y por contra, donde cada color y cada forma debe tener su espacio.
- Un proceso organizativo, cuya primera etapa será escuchar y construir un espacio para escuchar, después proponer, acordar e ir caminando hacia una identidad colectiva que no dependa de intelectuales iluminados, sino de la participación en base a fortalecer las redes y formas de comunicación horizontales, promoviendo la autonomía y la autodeterminación.
- Un proceso a partir de abajo hacia arriba, con, desde, y para los de abajo y a la izquierda, para convertirse en un movimiento de transformación profunda y radical, claramente anticapitalista. Cuya salud mental se basará en un intercambio de crítica y autocrítica, sin olvidar el pasado, nuestros muertos, nuestros presos, ya que construir el futuro olvidando de dónde venimos hace que aparezcan las coartadas, la sensatez, la prudencia, el miedo, la rendición y la traición a nosotros mismos.
En definitiva, nada con lo que podamos estar en desacuerdo, nada que no digamos nosotros en nuestros escritos. Una llamada a extender el espacio de intervención, a coordinar las luchas, las propuestas, los objetivos contra el capital, el neoliberalismo, el poder, con la sana intención de construir, organización, estructura, identidad colectiva, horizontalmente, capaz de resistir, transformar radicalmente y construir alternatividad, algo imprescindible para hacer frente a la sinrazón y la dominación casi total del capitalismo. Indudablemente todo se puede quedar en el camino, desgraciadamente.
La cuestión es si los libertarios, anarquistas, anarcosindicalistas, estamos por participar en un proceso, en principio, atractivo, acorde con nuestro pensamiento, y necesario para la lucha, un proceso en el que, sobre todo, se van a plantear todas las preguntas. Si también queremos escuchar, y por tanto opinar, decidir y acordar, o por el contrario, estamos, más allá de lo que se plantea quedándonos anclados en nuestra razón. O, quizás, estemos en desacuerdo, o pensemos que sus intenciones no son las que dicen ser y ya adivinamos que no nos va gustar lo que se pueda configurar, y no va coincidir con nuestros presupuestos, o que va ser un fracaso de antemano y por tanto, no merece la pena embarcarse, o quizás, no nos gusta, porque no somos nosotros quienes hemos hecho la propuesta (aunque esto no es políticamente correcto decirlo).
Lo que proponen los zapatistas no es más, en otro contexto histórico, que el internacionalismo de siempre, plantando por quienes eran defensores de la libertad, la justicia, la igualdad, el de las ideas socialistas, ese internacionalismo que sufrió muchas y terribles persecuciones, muchas muertes, muchos encarcelados… Internacionalismo más necesario que nunca debido a las estructuras de poder existentes a niveles mundiales, a la globalización… Como muy bien ha entendido el denostado sindicalismo institucional, que lleva tiempo trabajando en preparar las condiciones (ya muy avanzadas) para constituir una sola internacional sindical a niveles mundiales en el curso del próximo año. Sin embargo, quienes teóricamente deberíamos ser los máximos defensores del internacionalismo, tanto ideológicamente como en la práctica, no tenemos una estructura en la que podamos no sólo identificarnos, sino actuar dentro y desde la misma. Salvo aquellos que se sientan identificados en algunas internacionales partidarias, como puede ser la “inexistente” AIT, que solo mantiene su nombre y se mantiene en su “inmaculada” bola de cristal. O ese miedo infantil a crear estructuras, cuando tenemos enfrente una superestructura que nos domina y nos anula cada vez más como seres humanos.
Planteando el tema en lo concreto, como miembro de la Comisión Confederal de Chiapas de la CGT, y por tanto, miembro de la CGT, en primer lugar, recordar los acuerdos del Pleno Confederal (máximo órgano de decisión entre Congresos), celebrado en Madrid, los días 28, 29 y 30 de Noviembre del 2003, sobre Internacionalismo, Solidaridad y Movimiento Zapatista, que por sí mismos se explican: el compromiso y la vinculación con el zapatismo, su reconocimiento... En definitiva, sería tan simple como hacer realidad la palabra escrita y acordada.
En segundo lugar, como internacionalistas, como reivindicadores de aquellos hombres y mujeres, militantes de la CNT, que pertenecieron a la AIT histórica, la potenciaron, la impulsaron, y sufrieron terribles represiones en su defensa, como parte de nuestra historia, a lo cual habría que añadir el trabajo que desarrolla la Comisión Confederal de Chiapas desde hace años, y por ende la CGT, a la cual, le ha faltado, en cierto modo, la oportunidad que se plantea ahora del debate a todos los niveles y de la construcción de algo más allá de la solidaridad ejercida, la CGT debe participar en la propuesta planteada por EZLN con todas las consecuencias. No sólo desde la observación, y desde lo que haga un puñado de militantes, sino desde el compromiso con el proyecto del conjunto de la Organización, con el compromiso real de su Secretariado Permanente y Comité Confederal, poniendo en el empeño los recursos humanos y materiales para llevar a cabo el trabajo con el objetivo de coordinar las luchas, las resistencias, los proyectos alternativos, en definitiva hacia la construcción de una Internacional o como queramos llamarla en la cual estemos identificados.
Nos faltaría bajar a lo concreto. Ahí está la iniciativa del 14 de diciembre de 2005 de invitación de los grupos de apoyo a Chiapas y el zapatismo que trabajan en Madrid. Ese es el camino, en principio que debe ir concretándose según se avanza, esencialmente teniendo en cuenta que esta llamada no se circunscribe a los grupos zapatistas, sino que afecta a todos quienes estén desarrollando trabajo social, político, sindical, trabajo de resistencia con planteamientos antagonistas. En definitiva, a cientos de grupos, miles de individuos... Sería bueno, partir de una declaración que sirviese de llamamiento y de vínculo, que lógicamente podría ser una declaración redactada por más de un grupo, ya que es indudable que nadie tiene aquí la capacidad de convocatoria del EZLN en México, e incluso, a niveles internacionales.
La CGT tiene cierta experiencia en esta práctica, se me ocurre por ejemplo las marchas contra el paro, la exclusión, la marginación a nivel nacional, y las mismas a nivel europeo, que en algún momento también fueron contra la guerra (Serbia... en esos momentos), pues ése es el trabajo. Pero con más ambición, más global, no sólo abarcando un problema parcial como era el del paro y la exclusión sino todos los problemas a nivel planetario, de ahí la importancia del reto y del compromiso.
Supone poner en marcha una comisión más bien numerosa con diferentes funciones, en la cual una parte de ella debería tener una dedicación exclusiva, supone contactar grupo por grupo a través de toda la geografía española, hablar, escuchar, proponer, acordar. Ir creando comisiones por localidades, provincias, comunidades, proceso que en líneas generales se debería producir a nivel europeo, hasta decidir en que momento las reuniones de niveles superiores se deben realizar.
No sería lo correcto celebrar ahora o en un plazo breve una reunión europea y menos galáctica, sin haber hecho antes un trabajo previo necesario para que las reuniones en el nivel más amplio sean algo más que una reunión en la se intercambian: información y opiniones.
No pienso que hay más misterio, ni hay ninguna fórmula mágica que sustituya al trabajo sistemático y bien organizado, con la mente y el corazón abiertos, capaces de escuchar, capaces de dejar sectarismos y verdades personales en el camino, capaces de olvidar protagonismos y patrimonialismos. Ser capaces de implicarnos ante la grave situación en que se encuentra el mundo de pérdida de libertades, de injusticias, de agresión grave a la tierra, de guerras bestiales, dejando de lado la verdad de cada uno, olvidando lo satisfechos que estamos con nuestra pequeña organización y nuestra particular actividad, siendo conscientes que la situación nos demanda mucha humildad y generosidad con los desheredados de la tierra. Y esa generosidad significa acumular suficiente fuerza para avanzar en el proceso revolucionario, y para ello, es necesaria la unidad con todas las matizaciones que queramos, pero o lo hacemos juntos o seguiremos perdiendo y perdiendo, y haciendo un flaco servicio a la Humanidad. Nada de ello nos exige ninguna disolución, ése no es el problema, el primer problema es la actitud.
Para finalizar, esta apuesta debería ser una apuesta del conjunto del movimiento libertario de forma decidida, sin miedos, sin recelos, dándolo todo, debería ser una de sus apuestas estratégicas. Lo cual tampoco evita que dicho movimiento se coordine mucho más eficazmente de lo que lo hace actualmente, ya que está, bajo mínimos.
Hernani, 15 de diciembre de 2005
José Mª Olaizola.